domingo, 9 de mayo de 2010

Aguas negras, lo grave en el Salado

El estudio ambiental de Lahmeyer Cimentaciones en el Salado advirtió hace diez años que lo que el estero requería de forma urgente era sellar las tuberías de aguas servidas que tenían como destino el estuario. En aquel momento, el 70% de la contaminación –señalaba el diagnóstico– provenía de las casas de Urdesa y el 30% de las industrias de Mapasingue.

“El dragado no es la solución; se intentó con modelos de aireación, pero tampoco funcionó. La solución es cortar de raíz las descargas industriales y domiciliarias”, señala un ambientalista que entonces revisó el estudio de la consultora, pero que prefiere no identificarse.

El ex director de Ambiente del Municipio, Mauricio Velásquez, coincide en que el tratamiento de las aguas negras es el principal desafío para la recuperación del Salado, un problema que –asegura– ha tratado el Cabildo en los últimos años.

En ese diagnóstico, Lahmeyer Cimentaciones planteaba una inversión de 65 millones de dólares para salvar este recurso en un lapso de cinco años, pero Velásquez recuerda que solo se invirtieron 13 millones. “Nunca hubo presupuesto”, dice.

Este año la Dirección de Ambiente del Cabildo tiene un presupuesto de 1 millón y medio de dólares para sus actividades.

Los $ 13 millones, según explicó el alcalde Jaime Nebot en noviembre del 2001, tenían el objetivo de rehabilitar el Salado en el 85% hasta el 2006, y comprendía la construcción de una red sanitaria en las riberas del estero, desviar canales de aguas lluvias, colocar diques o compuertas, plantas de tratamiento y 100 aireadores.

Un informe enviado por la concesionaria Interagua sobre las obras de alcantarillado en zonas aledañas al estero señala que en el primer quinquenio de operación se ha atendido al menos a treinta sectores del Guasmo, Trinitaria y sur, que descargaban sus aguas residuales a los ramales del estuario.

Pero aún hay zonas pendientes cuyas aguas negras van a parar al Salado en el Guasmo, Mapasingue este, Bastión Popular, Los Vergeles, la avenida Carlos Julio Arosemena. “La concesionaria proyecta ejecutar obras en un sector de Mapasingue oeste y este con descarga a Cooperativas Varias, se está diseñando, están programadas para el 2010”, señala Interagua.

Una de las medidas que considera Velásquez para reducir la descontaminación del Salado es dar prioridad a las obras de alcantarillado que tienen como sitio de descarga el estuario.

Otra de las alternativas consiste en la creación de una tasa o multa para sancionar a las más de 200 industrias que contaminan las aguas del estero y que no cuentan con plantas de tratamiento. Esta ordenanza fue propuesta por la Dirección de Ambiente del Cabildo hace diez años, pero no prosperó.

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